la respuesta a la cuestión qué hacer antes, durante y después de un examen parece de lo más sencilla: estudiar mucho, rendir al máximo y relajarse hasta el siguiente… Pero hay una serie de variables que pueden favorecer o dificultar todo el proceso y que conviene tener en cuenta para sacarle todo el partido posible al esfuerzo invertido en preparar las pruebas de fin de curso.
Las claves que hay que incluir dentro una estrategia de éxito ante los exámenes se resumen en estas diez:
EL DÍA ANTERIOR AL EXAMEN
1 Repasa la materia.
Lo ideal sería no estudiar y dedicarse solo a repasar esquemas y datos ya memorizados los días previos. Pero no nos engañemos: ¿quién es capaz de llevar absolutamente toda la materia al día? Al menos no te metas demasiados contenidos nuevos, podrían interferir con los que ya tienes asimilados. Y por favor, ¡el teléfono móvil déjalo fuera de la habitación donde estudias! Uno ya está bastante nervioso como para recibir decenas de watsaps de compañeros histéricos.
2 Mantén tus nervios a raya.
No dejes que cunda el pánico. No te mandes mensajes con tus amigos del tipo Estoy bloqueado o Creo que me voy a quedar en blanco. Si ya tienes toda la materia estudiada y repasada, date una ducha relajante o escucha tu música favorita.
3 Prepara todo lo necesario para el día siguiente:
Bolígrafos, lápices, gomas, material de dibujo, calculadora…
Escoge ropa y calzado cómodos, que no te hagan pasar calor.
Mete en la mochila unos caramelos y unos pañuelos de papel, nunca sobran. Una botellita de agua y una barrita de cereales o de chocolate te darán energía y mantendrán tus neuronas espabiladas.
Una vez más, hay que decirlo: deja el teléfono móvil en casa o asegúrate de que está apagado dentro de la mochila. Mejor no pensar en la posibilidad de que suene en mitad del examen.
4 Descansa.
Vete a la cama a una hora razonable, que te permita descansar al menos siete u ocho horas. Incluso aunque no te haya dado tiempo a estudiar toda la materia. Mejor es que lo que sabes lo asimiles bien y estés descansado para lucirte.
EL DÍA DEL EXAMEN
5 levántate con tiempo para desayunar con calma.
6 Mantén una actitud positiva.
Ponte erguido y sonríe: tu cuerpo acabará convenciendo a tu cerebro de que las cosas están bajo control. Sustituye los pensamientos negativos («Me voy a quedar en blanco» o «Me lo sé fatal») por otros positivos («Voy a por todas», «No me voy a rendir»). Esta actitud optimista te ayudará a reducir el estrés y a lograr buenos resultados. Eso sí, aléjate de ese corrillo de compañeros que se dedican a repasar y a hablar de forma atropellada sobre lo que entraba y no entraba en el examen. Ahora ya es tarde para eso.
7 Cuida todos los detalles.
Sé puntual para entrar en el examen y presta mucha atención a las instrucciones que se te dan. Deja todo el material necesario encima de la mesa y aleja el que no esté permitido. No dejes al despiste algunos esquemas dentro de la cajonera: el profesor podría pensar que estabas copiando.
Pon el reloj a la vista y controla el tiempo: sería una pena dejar sin contestar alguna pregunta por falta de planificación.
No te cortes en preguntar al profesor todas las dudas que te surjan. Siempre sacarás alguna pista para enfocar tus respuestas.
8 Organízate.
Lee con calma las preguntas. No pases por alto el verbo de la pregunta: comparar, resumir, esquematizar, relacionar o definir no son sinónimos.
Haz un breve esquema en un borrador antes de lanzarte a responder.
Empieza por los ejercicios más fáciles. De este modo, aprovecharás bien el tiempo del examen y reducirás el estrés, asegurándote de que las cosas van bien.
No dejes sin contestar ninguna pregunta: si te queda poco tiempo, al menos haz un esquema para indicar que la sabes. Si el problema es que no la sabes, intenta poner algunas líneas, que seguro que algo te suena.
Si te quedas en blanco, no pierdas la calma. En una situación así debes pensar que la memoria funciona por asociación, así que has de tratar de recordar un solo dato: luego solo tendrás que tirar del hilo.
Aunque tengas el tiempo justo, distribúyelo de forma que te dé tiempo a hacer un repaso de al menos un par de minutos.
9 Cuida la forma al máximo.
Consigue una presentación clara y ordenada, sin tachones, con márgenes y, sobre todo, letra legible.
Vigila la expresión: las frases cortas, claras y sencillas.
No estés pendientes de tus compañeros, ni siquiera cuando veas que ellos comienzan a entregar sus ejercicios. Sigue tu plan de repasar todos los detalles, sin olvidarte de escribir tu nombre y apellidos y numerar las hojas.
DESPUÉS DEL EXAMEN
10 Date un tiempo para relajarte antes de ponerte a estudiar el siguiente examen. Un paseo al aire libre o un rato de charla con los amigos te vendrá bien. Y cuando tengas la opción de ver el examen corregido:
No te fijes solo en la nota: observa los errores y piensa cómo evitarlos en las siguientes ocasiones.
Ante un suspenso o una nota por debajo de lo esperado, asume el resultado. No culpes al profesor, a la mala suerte o a la manía que te tienen en ese instituto y tómatelo como una oportunidad para mejorar y aprender de tus errores.
Publicado por: la voz de Galicia, ANA T. JACK, 22 mayo 2019