A la fecha, el COVID-19 tiene un registro mundial de 128.6 millones personas infectadas, desde que inició la crisis sanitaria en 2019 en China. De esa cifra, México tiene poco más de 2.23 millones de casos positivos en todo su territorio.
Ante una tercera ola de coronavirus en Europa, con inminente repercusión en el resto del orbe, la inmunidad global a través de la vacunación aún se vislumbra lejana. De acuerdo con Our World in Data, más de 271 millones de personas ya recibieron al menos una dosis de las vacunas disponibles en el mercado; en total, se han administrado más de 458 millones de inyecciones en más de 150 países y regiones.
Sin embargo, existe una marcada diferencia entre las naciones, en torno a la disponibilidad de las vacunas para inmunizar a las poblaciones. Por ello, es importante estar al tanto de la información veraz con respecto a la prevención y contención del virus; y esto incluye una buena alimentación que permite mantener las defensas del organismo en un nivel óptimo.
En otras palabras, los alimentos y bebidas que ingerimos pueden influir en nuestra capacidad de resistencia contra las infecciones y enfermedades, incluyendo el COVID-19. Ciertamente, hoy no se tiene la cura para este virus, y ningún alimento lo previene de manera definitiva; no obstante, una alimentación saludable sigue siendo fundamental para evitar un contagio inminente, o para sobrellevar de mejor manera el padecimiento.
¿Qué alimentos debemos consumir en tiempos de pandemia?
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), una alimentación saludable es de suma importancia para hacer frente al SARS-CoV-2. Todo alimento o bebida que ingresa al organismo, a la postre influye en la habilidad natural de prevención y combate a los distintos padecimientos o infecciones. Por tal motivo, el organismo presenta las siguientes recomendaciones para fortalecer al sistema inmunológico del ser humano:
Consumir alimentos variados, que integren frutas y verduras.
Una sabia elección son los cereales integrales, no procesados, como lo son el trigo, el maíz, arroz o legumbres; pues tienen mucha fibra, ideal para una buena digestión. Así también las frutas y verduras frescas hacen un muy buen complemento. La Vitamina A reduce el riesgo de contraer enfermedades respiratorias, al preservar las mucosas en los bronquios; esta puede hallarse en verduras como la zanahoria, o en productos lácteos o en pescado.
La Vitamina C fortalece las defensas del sistema inmune, y se encuentra principalmente en cítricos como mandarina, naranja, fresa o kiwi. Lo
Reducir el consumo de sal
El límite recomendado por la OMS en cuanto al consumo de sal por día es de cinco gramos, el equivalente a una cucharadita. Por ello es importante no ingerir en demasía alimentos procesados, pues estos son altos en contenido de sal.
En consecuencia, la preparación de alimentos también debe realizarse sin el exceso de sal o condimentos altos en sodio. Un buen sustituto son las hierbas y especias frescas o secas, como condimento al momento de cocinar.
Asimismo, se debe consultar la etiqueta de cada producto envasado o enlatado, para confirmar la cantidad de sodio.
Ingerir grasas y aceites en moderación
Los alimentos de origen animal sí están permitidos, aunque se recomienda un mayor consumo de carnes blancas que rojas; pues estas últimas tienen más grasa. En este sentido, si se prepara carne de res o de cerdo, se debe apartar la grasa visible. Con respecto a la preparación, se recomienda emplear aceite de oliva o de girasol para freír carnes; en vez de utilizar manteca de cerdo o mantequilla. Se sugiere que la leche y los productos lácteos sean desnatados. También se recomienda evitar en lo posible los productos procesados, horneados o fritos, por las grasas transgénicas resultantes de su elaboración industrial. Una técnica de preparación que no emplea aceites o grasas para la cocción, es el método de hervir a vapor los alimentos; para el caso de vegetales, por ejemplo.
Limitar el consumo de azúcar
Se debe evitar en lo posible las golosinas, frituras y bebidas azucaradas. Así también las bebidas energéticas y las aguas aromatizadas no son recomendables. La pastelería y repostería significan una gran cantidad de azúcar para el organismo, por lo que esta clase de postres pueden sustituirse con frutas frescas
Mantener hidratación constante
Consumir agua natural en vez de bebidas azucaradas es una gran medida para reducir la entrada excesiva de azúcares y de calorías innecesarias al cuerpo. A nivel general, es recomendable ingerir entre 1.5 y 2 litros de agua al día. Sin embargo, durante la temporada de calor se debe incrementar la cantidad, o si se practica algún deporte.
Evitar consumo de alcohol
Las bebidas alcohólicas no protegen al organismo de contraer COVID-19; tampoco ayudan a combatirlo. No está de más señalar que el exceso de alcohol influye negativamente en el organismo, con daños en el largo plazo en distintos órganos vitales. No existe un nivel seguro para el consumo de alcohol.
Uso de cúrcuma
Finalmente, la cúrcuma es una planta herbácea de la familia de las zingiberáceas. Es parecida en aspecto al jengibre, y es recomendadas por especialistas de la salud para reforzar al sistema inmune. De hecho, su uso se ha generalizado en las personas que se encuentran en recuperación del COVID-19.
ESCRITO POR: JUAN CARLOS CHÁVEZ,31 MARZO, 2021, HEALTH, LIFE&STYLE, LIFESTYLE.